domingo, 7 de septiembre de 2008

Templanza



En el mundo hay millones de historias. Se envuelven en torno a los narradores, uniéndoles y desuniendoles en un lazo tan antiguo, tan enredado que ya no hay espada que lo corte.

Y todas ellas merecen ser escuchadas.

Resumidas con tinta de recuerdos en el epílogo. Susurradas al viento de otoño tras releerlas. Unas tan largas que ocuparían estanterías enteras, y otras tan cortas que parece que el autor se rindió en el prólogo. Alegres y tristes. De buenos y de malos.

Pero hay veces, pocas, en las que el narrador se despista. Se enfada. Olvida diálogos, monólogos y descripciones. Salta páginas y se desentiende de los personajes.

Y entonces ¿la historia se pierde? ¿Qué deben hacer los lectores?



(La templanza es el XIV arcano del tarot. Simboliza la calma, la racionalidad, la tranquilidad de espiritu. Invertida, el descontrol... la demencia...)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

si un libro no te gusta, ciérralo, no tiene objeto esforzarse

María dijo...

¿Y si además de público eres personaje, has salido de la historia, y lo ves todo desde tu propia novela?

Yo no puedo cerrar este libro... el narrador ya no me escucha, y está comenzando a borrar mi nombre de las páginas que ya pasaron. Pero no puedo cerrarlo yo, no me corresponde.

En este caso se que es cierto que no viene al caso esforzarse. No hay solución.

Pero eso no quita la tristeza de ver como una historia tan buena, tan larga, tan llena, se destruya a solo ¿5?¿6?¿10? páginas del final.

Anónimo dijo...

qué duro eso que dices

yo tengo toda la fe del mundo en lo imposible, en lo irracional, en lo mágico, en lo milagroso, yo no creo en imposibles, si es necesario te escribo yo de nuevo en esas páginas, maría

un beso,

santiago

David Martín dijo...

María, haz caso a David que se dispone a hablar.

Machaca al narrador. Plántale un truño en el careto. Escúpele en el pecho. Métele una patada en los susodichos. Arráncale los dedos de los pies. Lo que sea. Pero suprímelo.

NO DEBE HABER NARRADOR. Tú eres la protagonista de tu propia historia, que se entrelza con la del resto de nosotros, y ciertamente a veces todos tenemos esa sensación que tan bien describes de que falta algo, de que alguien se saltó un par de diálogos o una escena de cama. Pero lo bueno que tiene el ser humano es que siempre puede mandarlo todo al carajo y empezar de nuevo, reescribir la historia y combatir en cualquier batalla que crea que merezca la pena.

Así que si tu problema tiene que ver con trabajo (lo dudo) existen muchas formas de solucionarlo, te lo aseguro.

Si tiene que ver con la familia, lo bueno que tiene esa gente es que al final siempre acaba empezando de nuevo la historia sin que tú tengas que coger la pluma.

Si tiene que ver con los amigos, si no puedes reescribir esa historia es que no lo eran, y entonces siempre puedes pasar de ellos o convertirlos en tus enemigos y cobrarte justa venganza XDD.

Si tiene que ver con un hombre... Si tiene que ver con un hombre lo tienes tirado. Así que aquí no añadiré lo que estaba pensando.

DAVILÍN DIXIT.

Besos y ánimo!!! Son pocos y cobardes. Y si necesitas un par de asesinos que le den una paliza alguien dímelo. Nos tienes a los dos a tu disposición!!!

(mi compañero es más hábil con las armas pero tiene la desventajade ser irreal) XDDDD.

Sarg Bjornson dijo...

Hay un tipo de juegos de rol, que se llaman "Freeform" (palabra esta por cierto no traducible al español), en los cuales no hay máster.

Apenas tienen reglas, cada personaje lo desarrolla su propio jugador, con la interacción con los demás. Es un juego sin narrador. Y la historia no se pierde en absoluto. Todo lo contrario, es más libre.

Por una vez, y sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con David. Rompe las reglas, piensa en diagonal, atrévete a hacer lo que nunca haces, manda al narrador a la mierda y sube de nivel! Sabes que cuando lo haces te sientes bien.

(Pero coge una hechicera, es una clase molona. O maga. En cualquier caso, desde el infierno seguimos trabajando en esos poderes que nos pediste para controlar la luz u_u)

Ah, si alguna vez aplicas todo esto me avisas para seguir yo mi propio consejo. Soy una mente científica, no voy a probarlo sin estar testado ;))

Anónimo dijo...

Me has recordado a Pirandello y su obra '6 personajes en busca de autor', un drama en el que los protagonistas están condenados a vivir el papel que fue escrito para ellos y buscan desesperadamente a alguien que los dirija.

Pero tú tienes la suerte de poder dirigirte a ti misma, de dejar que alguien te haga ese favor (pero durante poco tiempo, eh? ;)) y de ir cambiando la historia.

Y cuando las cartas del tarot salgan invertidas quizá no sean los mejores capitulos de la historia pero... sólo tienes que barajar un poco mejor para que te toque lo que quieres ;)

Un besazo!!

María dijo...

^^'.

Jjejejjeje, creo que esta vez me he pasado de críptica. Ni los que conocen la historia tan de cerca como yo me han entendido.

Ayyyy, si es que deberia dejar esto de escribir pa los que saben.

De todos modos, muchas gracias a los tres!!

Necesitaba (mucho) los ánimos, el domingo fue un día "dificil".

Aunque esta vez ya os digo que yo no puedo reescribir la historia ni barajar el tarot... porque no es mi historia, es solo una historia de la que yo soy una secuela. Y hay enfermedades que realmente consiguen borrarte letra a letra.

(De todos modos, David, ;-), me apunto tu candidatura como asesino a sueldo, y Juan, seguire tu consejo, total, yo naci con vocación maga en un mundo sin magia jejejej. Saphy, otro libro que apunto a la lista de lectura :-).

Besos a los tres!!