lunes, 14 de enero de 2008

Mercurio


Hace muchos, muchos aňos, cuando el mundo estaba aun sin descubrir y todo sorprendía, los ojos de un explorador se levantaron al cielo. No se cuanto tiempo pasarían así, maravillados, siguiendo con la vista los puntitos luminosos que tiritaban cada noche, prendidos en circulos invisibles en el azul. Pero un buen día -perdon, noche- se dieron cuenta de que un puntito no queria bailar como los demas... no temblaba ni giraba la eterna coreografia de los cielos. No, perseguía como loco al Sol al atardecer y se perdía con él mas allá del horizonte cada noche... despidiendose hasta la maňana. Y los ojos del explorador que se convirtió en mago decidieron despertar al puntito y a su familia, buscando en su danza la respuesta a todas las preguntas.


Hace tambien mucho tiempo, pero menos, otros ojos miraban al cielo - ojos privilegiados, de esos pocos que quisieron llegar a las nubes y que nunca tuvieron que ir a clases de idiomas. Ojos de mago con alma de número, que quisieron encontrar la respuesta a la fuente de respuestas, e inventaron las matemáticas para entender la danza de nuestro puntito. Allí desde su torre consiguieron llevar la magia de los astros a una tabla de posiciones y predicciones... pero siguieron sin comprender el porqué de la diferencia. Y el puntito más pequeño y travieso de la familia se vio elevado a Dios -el dios de los caminantes y los mensajeros y los exploradores- y las estrellas obedientes vistieron el cielo con sus heroes y leyendas. Los ojos siguieron levantandose en la noche, planteando pregunta tras pregunta a los Nuevos Dioses en lo alto.

Hace no tanto tiempo, cuando el mundo ya se habian dividido para siempre entre aquellos que preguntan por qué y aquellos que deciden cómo, los ojos de un matematico con alma de mago pudieron explicar un poco las revueltas nocturnas del puntito-que-fue-Dios. La tabla se conviertio en dibujo, la magia se convirtio en ley. Y para parte de los ojos el cielo perdió parte de su sorpresa hechicera. Pero la explicación no era perfecta, aun cabía en ella el hechizo de la noche, y en las esferas celestes siguieron viviendo los dioses y su corte. Nuestro pequeño puntito, ahora hogar y espíritu del Dios del Ingenio y las Mentiras, sonrió.

Siguieron avanzando los calendarios. Los ojos buscadores de respuestas empezaron discutir también. Unos buscaban porqués en los Círculos, y otros el Porqué de los círculos. De entre estos últimos muchos se olvidaron incluso de mirar al cielo, encontrando nuevas preguntas sin responder aqui, junto a ellos. Los reyes y los magos-sacerdotes cambiaron de nuevo, y con ellos los dioses. Desahuaciadas las leyendas y los mitos, los círculos invisibles de la noche se llenaron de ángeles y de números. Y de guerras entre ángeles y números. Creo que a Mercurio le dio igual. Él seguía su danza sobre todos ellos, ajeno a las peleas de sus espías, riendo. Todavia misterioso y lejano.

Hace muy poquito tiempo, unos cuantos pares de ojos entretejieron por fin la mecánica de las danzas en la noche. Ya no eran ojos de explorador, ni de mago, ni de sacerdote. Encerraron las leyes en fórmulas y los círculos en letras. Los Dioses y los Ángeles se hicieron carne petrea, y sus danzas misteriosas ya no lo fueron tanto. La razon de los filosofos se enamoró de su Explicación - elegante, lógica, perfecta. Aun quedaban magos buscando en las estrellas las preguntas del día a día, claro está. Aun había ojos maravillados en la noche y aventureros que soňaban viajes imposibles a nuevos mundos. Pero cuando la Magia se conviertio en Ciencia, los ojos que preguntan creyeron todas las respuestas encontradas. Se olvidaron del pequeňo puntito que seguia su coreografia eterna. Mercurio se sintió un poco decepcionado.

A sus hermanos mayores les siguieron haciendo caso. Los ojos vestidos de ecuaciones y cristal los conviertieron en esferas, en nuevas lunas con lunas, mares y tormentas. Mercurio, tan chiquito, tan yermo, tan cerca del Sol... se quedo solo, sin mirones. El hermano pequeňo del rojizo Marte. Casi tan invisible como las lunas de su padre, el Gran Jupiter. No tan vistoso como su abuelo Saturno y sus anillos, ni tan brillante como su vecina Venus. Lo unico que tenía Mercurio de distinto era su baile a contratiempo. Una anomalia, al fin y al cabo. La nueva magia le ignoraba, los dioses-fórmula no le entendían, los ojos que buscan le perdían en la noche. La vieja magia seguia haciendole caso al astro tramposo, es cierto, pero ya no era lo mismo.

Hace nada, ni cien aňos, cuando todo el mundo habia olvidado ya a sus hermanos, alguien volvió a acordarse de Mercurio. Miles de millones de aňos despues su baile anárquico y relativo llenó a los ojos de expectación de nuevo. Por fin respondió a una Pregunta planteada, resolvió una gran duda - aunque ¿quién se fia del Dios en el exilio de los tramposos?. Con ella, se acabaron las ideas locas sobre puntitos que no tiemblan. Los ojos preguntones abandonaron la magia y se hicieron técnicos, ingenieros buscando al creador de todos los ingenios. Mercurio descansó por fin, después de tantas vueltas y vueltas a su nombre y a su historia.


Hace solo unas horas, llego un nuevo mensajero, con tripas de metal y nervios de fibra óptica, a despertar al antiguo mito. Nadie cree ya en los antiguos dioses, pocos sueňan mirando al cielo. Los físicos hace mucho que no somos magos ni creemos en la magia. Ni siquiera sabemos reconocer al Dios entre las miles de estrellas del atardecer.

No se con que cara está mirando Mercurio al aparatito que ha llegado hasta el y le hace fotos. Quiero creer que con curiosidad divertida "mira lo que se les ocurre ahora, a buenas horas". Que nos devolvera a los que queremos llamarnos científicos una parte del alma de magos soňadores que un día, hace mucho mucho tiempo, nos convirtió en lo que somos.




(La misión espacial se llama Messenger. Llego a Mercurio ayer a las 20:04. Todo parecido con la historia de la ciencia en el rollo que os acabo de meter es dudoso... entre los puntos en los que me falla la memoria, y los puntos en los que no me falla pero me tomo licencias "poeticas"... Datos un poco mas tecnicos que esto, pero menos que la pagina web del experimento, en el país de ayer.
Y si os aburris mucho mucho más, un mini planetario para jugar.)




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7 comentarios:

Tana dijo...

:O!!! Increible entrada!!

Me han encantado los juegos de palabras, el uso de la magia y los bailes para hablarnos de el planeta Mercurio.^^

En cuanto le de a "publicar comentario" me voy directa al mini planetario, siempre me ha llamado la atención esto de la astronomía.

Un besazo!!


pd: Muchísimas gracias ;)

Anónimo dijo...

Muy bonito este cuentecillo científico!! Están guays las cosas de planetas, supongo que tú lo verás de otra forma, pero para mí sí que sigue siendo mágico. No tenía ni idea de que Mercurio bailase al revés, jejeje!
Yo, como Tana: en cuanto tenga un ratillo me meto al miniplanetario ese!
Besos!!

Anónimo dijo...

¿Quién quiere datos técnicos cuando tenemos esta historia mucho más increíble? ^.^

(vale... no debería hacer esa pregunta teniendo en cuenta que quiero dedicarme a la ciencia y que debo trabajar con datos... jejeje!)

Pero no creo que la ciencia sean solo datos. Me encanta el enfoque que le has dado a esta noticia, porque aunque haya partes dudosas apetece seguir leyendo, e incluso buscar las de verdad ^^

Un besazo!

PD. Yo también espero que Mercurio sonría divertido, pero dudo que vaya a devolverte la parte del alma de magos soňadores de los científicos porque en tu caso parece que sigue existiendo ^^

Sarg Bjornson dijo...

Eso se llamaba... precesión del perihelio? Se pensaba en la antigüedad que Mercurio tenía una órbita cicloide para explicar el bamboleo raruno, pero si no recuerdo mal con la relatividad se explicó el movimiento por la cercanía al Sol.

Un buen friki tiene que saber de astronomía, aunque sea por encima XD

María dijo...

Tana :-D, muchas muchas gracias!!!! Yo creo que me he pasado un poco con los juegos de palabras (je, mi hermana se ha perdido). Pero me lo pasé muy bien escribiendolo, me alegro de que te haya gustado.
(La astronomía es muy bonita... a veces echo de menos no haber tirado por ahí cuando elegi especialidad)

Vir , Para mi tb es mágico, aunque es cierto que llega un punto en el que ves la formulita y piensas "anda, claro, lógico". Pero no, de claro nada... a mi me flipa pensar las vueltas que le dieron los griegos a las cosas xa sacar como se mueven las estrellas. (Los planetas hacen "lazos" en el cielo al girar). o.O.

saphy Gracias!!!!!! Eso me gustaría a mi, seguir teniendo un poquito de alma de maga (es una larga historia, pero yo creo q me meti a física xq la magía no existe... y esto era lo q mas se le parecía...). Quieres estudiar ciencias tu también? :-)

sarg ;-), sobresaliente friki-astronómico (joe, te acuerdas del nombre y todo! eso es para nota!). Si, la precesión del perihelio de Mercurio es el nombre real del bamboleo raruno, y es una de las (pocas) pruebas de la Relatividadad General de Einstein.

Rodrigo Garcia Carmona dijo...

Me ha encantado esta entrada. Las referencias a Galileo, a Einstein, a los griegos...

Que bien el envío de la Messenger, desde la Mariner 10 nadie se había acordado del pobre Mercurio...

Y bueno, supongo que ya lo sabías, pero siempre me ha parecido curioso que al principio los griegos nombraron a este planeta no como uno, sino dos dioses: Hermes, el viajero (al que nombras en tu entrada) cuando aparecía al atardecer, y Apolo, hijo de Zeus, al amanecer. Posteriormente fue el propio Pitágoras el primero en proponer que aquellos dos dioses no eran en realidad sino uno.

En serio, una entrada sobresaliente.

María dijo...

:-) Muchas gracias wachinayn. Yo me entretuve mucho escribiendola.

Los dos nombres de Mercurio los descubri al investigar un poquillo para la entrada. Me gusta la idea... aunque fuese una equivocacion, el que el dios viajero y de la magia al atardecer se convierta en el dios de las artes y la ciencia al amanecer me resulta poetico...

Gracias de nuevo!! A ver si me vuelve la musa :-)