miércoles, 18 de junio de 2008

viaje a la bélgica profunda


...Erase una vez un pequeño pueblo escondido entre los bosques. Con flores en todas las ventanas y brujos dando la bievenida a los jardines. Con una escuela frente a la iglesia, un bar en cada esquina de la plaza, un rio calmo y muchos caminos de baldosas amarillas, verdes, rojas perdiendose entre los árboles.

Un día, uno de esos en los que la primavera remolonea y conjura a las nubes para que conspiren contra el verano, un autobus de gente extraña llego al pueblecito. Las cortinas se movieron en las ventanas, pero nadie salio a recibirlos. El pueblecito decidió volverse fantasma los mediodias, escondiendose del sol de los desconocidos...




4 comentarios:

David Martín dijo...

Siempre he pensado que Bélgica es un país que no me va a gustar mucho cuando la visite algún día. Tu descripción del pueblo molaba, y me incitaba a visitarlo, pero lo de la gente... Malditos belgas.

Pásalo bien!!!

supersalvajuan dijo...

La Bélgica profunda es la del subsuelo.

Anónimo dijo...

Una vez conocí a un belgicano, pero supongo que no viviría en ese pueblo porque estoy segura de que él hubiese salido a saludar :)

Por otra parte, el misterio de los pueblos fantasmas es algo que siempre me ha intrigado... sí, algún día me gustaría visitar Bélgica :P

María dijo...

David Bueno, la gente era peculiar. Al final interacturaron un poco, pero en serio que parecia un pueblo fantasma...

Salva No encontre ninguna cueva... si la hubiese visto tranquilo que exploraba el subsuelo. Me tuve que quedar con los bosques y los caminitos junto a rios. Otra vez sera.

Saphy Seguro que la visitaras algun dia, ;-). Algun belgicano muy simpatico si q conoci, eh? Que conste. Y seguro que estos en el fondo eran majos. Solo que un poco esquivos...